Por Elena Cucala
Desarrollo de Personas y Organizaciones
No puede liderar a otras personas quien no es capaz de liderarse a sí mismo.
Antes de plantearnos la posibilidad de liderar a un equipo de personas y ser capaces de sacar lo mejor de cada una de ellas, tenemos la responsabilidad de sacar lo mejor de nosotras mismos. Solo desde mi mejor versión puedo ayudar los demás a sacar su máximo potencial. Y esto solo podemos lograrlo a través del camino del Autoconocimiento.
El liderazgo personal implica asumir la responsabilidad sobre la propia vida, tener una actitud proactiva y poner todos los recursos a nuestro favor para lograr alcanzar nuestras metas. Implica capitanear nuestra vida, haciéndonos responsables de cada una de nuestras decisiones y sus consecuencias, sin buscar culpables cuando las cosas no salen como nos gustaría. Porque asumir esa responsabilidad abre un espacio en el cual podemos sentirnos creadores de la vida que queremos y no meras víctimas de las circunstancias. Es una visión que nos empodera.
“Maestro, ¿Qué significa trabajar en uno mismo? Es dejar de esperar que los otros cambien.”
El liderazgo personal siempre comienza en el interior del individuo y nos permite conectar con nuestros recursos internos, los cuales siempre han estado ahí; quizá escondidos o adormecidos pero siempre dispuestos a emerger y permitirnos expandir todo nuestro potencial. Quienes se lideran a si mismo toman sus propias decisiones, logrando que sus acciones sean congruentes con sus metas y objetivos. Todo tiene un para qué. Y esas metas además están alineadas con sus valores personales. Sin embargo, cuando no actuamos acorde a estos, generamos muchas veces sin ser conscientes, grandes dosis de frustración y desasosiego. ¿Alguna vez te has preguntado por qué te cuesta tanto conseguir determinados objetivos? Hay muchos factores que pueden estar influyendo, aunque sin duda el hecho de que estés persiguiendo una meta que choque con lo que para ti es importante y fundamental, es decir, tus valores, puede que sea de lo que más impacto tenga.
Autoconocerse es un camino sin atajos, que no debería finalizar nunca y que pasa por ser conscientes de nuestras fortalezas, nuestras áreas de mejora y también tomar consciencia de las creencias arraigadas que nos están limitando y bloqueando para avanzar.
Soy partidaria, como fiel defensora de la Psicología Positiva, de poner el foco en nuestras fortalezas, no dedicar más tiempo del necesario a las áreas de mejora y focalizar nuestra energía en aquellos aspectos que nos hacen únicas y que nos permiten de algún modo “brillar”. Ahí reside nuestro máximo potencial, nuestra mejor versión.
Una de las características mas importantes de los grandes líderes es la humildad, esa capacidad para reconocer y admitir que aún me queda mucho por aprender, independientemente de cuál sea mi posición en este momento. Esa inquietud por seguir en el camino del autoconocimiento que inevitablemente nos llevará al autoliderazgo y al mismo tiempo, a ser grandes líderes.
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